Ideas Sueltas

Azul que me quiero azul...
El pasado es sólo eso, y jamás he de volverlo a vivir, en mi delirio provocado por la soledad, regresaba a esos instantes, no tenía más que contar, ni camino que andar, pero de pronto apareciste en mi vida, me sorprendí admirando tu caminar pausado, el movimiento de tus manos y el brillo en tus ojos me permitía verme reflejada en tu mirada, así sin cuestionar nada, me despedia del pasado, a tu lado, escribía una nueva historia, teniendo como testigos a la luna y el sol, plasmamos nuestra rubrica en un contrato de común acuerdo, en un ir y venir de ideas me fui extraviando, así el presente se fue convirtiendo en el pasado, que se teñía de lila...
Nos propusimos separarnos, es así que escribimos el capítulo final de nuestra historia compartida.
Hoy, estoy envuelta en el presente, deseo enloquecer ante la presencia de nuevas emociones, sentimientos y peleas, jamás he de volver al pasado, porque yo morí al cerrar áquel libro, y dicen que de los muertos, jamás se vuelve a charlar.
Gracias por permitirme ver el sol y la luna a tu lado.
Buda no va a llorar mi muerte.
Y yo como simple mortal sigo caminando...
La tristeza con la que sonrío y protegida por la fuerza de mis sentimientos, convicciones y acuerdos, son mi mayor tesoro.
Los colores reflejan que los MATICES pueden ser variados, el negro es elegancia, es muerte, contrasta perfecto y armoniza con el azul que me quiero azul.
Enamorada de los seres humanos, te dije ádios.
Megan
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