Ya tengo una sala y un librero
Me siento en un hermoso futon color rojo a leer… mientras mis gatas juegan y toman leche.
Tenemos una colección de libros que esperan en un librero para compartir sus letras con alguien más
Poco a poco mi casa, nuestra casa, tú casa… es un lugar más cálido, más divertido, el que no necesita el brillo del oro o la plata para brindar paz a quienes nos visitan.
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